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domingo, 15 de mayo de 2011

Capítulo 3.

  Un sonoro ding-dong se escuchó en el exterior de la casa de Dani. Esperé unos segundos hasta que que abrió la puerta.
  -Sí, a esa hora, adiós- y colgó el teléfono-. Hola Alex, pasa.
  Entré a su casa y contemplé una habitación a medio decorar, se notaba que acababan de mudarse.
  -Siento haber tardado, es que me han llamado. y no he oído bien el timbre.
  -¿Tienes tus cosas?
  -Sí.
  -Pues venga, vamos.
  -¿Qué? ¿a dónde vamos?
  -Ah...- canturreé- Sorpresa...
  -Vale.
  -Vamos, tú sígueme- de vez en cuando le miraba, sí, definitivamente era guapísimo.
  Llegamos a la playa, comencé a caminar por su fina arena hasta una mesa de madera con dos bancos.
  -Esto... ¿la playa?
  -Claro, ¿qué mejor lugar para venir a estudiar que la playa?
  -Nunca lo había pensado.
  -Siempre que es la víspera de un examen vengo a estudiar a este lugar. te relaja un poco y hace que te concentres mejor en lo que  te tienes que concentrar. También sirve para deprimirte cuando las cosas salen mal- le dije bromeando. Me senté en al derecha de un banco y Dani a mi lado.
  -Bueno...entonces no entiendes la explicación de esta mañana.
  -Sí, y es que  forma parte del examen final.
  -Vale. Ya verás como conmigo de profesora, lo aprendes enseguida- dije mientras me echaba fuertemente el pelo hacia atrás con la mano.
  -Oh, gracias, qué modesta- la miré con una mirada fulminante-. Era broma...
  -Eso espero. Porque, como tú dices: nadie se mete conmigo- y, sin saber cómo, nos quedamos unos segundos mirándonos a los ojos. Segundos intensos, profundos, con un significado inexplicable, unos segundos que nunca olvidaré. Segundos, sumida en sus ojos, en sus preciosos ojos azules como el cielo.
  Sabía que no hacía bien, que debía conocerlo y no precipitarme, nunca lo había hecho, y nunca lo haría.
  -Bueno… ¿empezamos a estudiar?
  -Ah, claro, sí; comencemos.
  -Vale… ¿así que no entiendes lo que han explicado hoy en clase?
  -No.
  -Mira, es muy fácil. Sólo le tienes que pillar el truco, entonces te resultará sencillo.
  -Claro… como tú lo tienes tan fácil…
  -¿Qué insinúas?
  -Oh, nada…
  -Mientes, tienes tono de mentiroso.
  -Bueno, si mi voz te parece voz de mentiroso, tendrás que acostumbrarte.
  -Pues no empiezo hasta que me cuentes que querías decir.
  -Bueno, vale… decía que lo tenías muy fácil, ya que a ti se te dan bien las Mates.
  -Es que… eso es así. Unas personas nacen para algunas cosas y otras personas para cosas distintas. A ti se te dan bien, según he observado yo, las Sociales y el Inglés, algo en lo que, si te digo la verdad, no soy muy buena. Pero es así, es cuestión de esforzarse para acercarse a la perfección lo máximo posible.
  Pero el esfuerzo no le faltó ese día, empezamos a repasar cosas anteriores que le podían aclarar un poco más el tema y todo fue más o menos bien.
  -¿Ves? Te dije, que no es tan difícil. Es cuestión de querer aprenderlo.
  -Sí, ya lo veo. Pero… no acabo de entenderlo.
  -Bueno, no pasa nada, ya lo entenderás del todo. Y… ¿qué tal el primer día de clase?
  -Pues… ¿sabes? No ha comenzado tan mal.
  -Me alegro. Los comienzos no suelen ser buenos.
  -¿Es que tú tienes experiencia?
  -Bueno, cuando entras al instituto en primero de la E.S.O, los mayores se burlan de ti. Lo pasas bastante mal el primer año. Y por lo que pasé yo, no quiero hacérselo a los de primero. Y, en mi primer campamento me costó acostumbrarme, pero al final lo hice y me lo pasé bastante bien- hablaba sueltamente con él, como si lo conociera de antes. Seguimos hablando durante un rato más, pero algo cesó la conversación.
  -¿Qué hora es?
  -Las ocho y media.
  -¡Llego tarde! Me tengo que ir- y empezó a marcar un número de teléfono mientras se iba. Yo me despedía con la mano y le sonreí. Cuando estaba ya lejos le oí decir:-. Oye, Catrina, lo siento voy a llegar un poco tarde. Adiós.
  ¿Catrina? Sí, Catrina. Dani había quedado con Catrina. Bueno, seguramente había sido Catrina la que había quedado con Dani. ¿Tan rápido iba a ir todo? ¿Tanto se había precipitado Catrina que ya tenía una “cita” Dani? ¿El mismo día que había venido? No lo comprendía. ¿Lo hacía adrede? Nunca dije que Dani se hubiera fijado en mí, ni mucho menos. Pero, parecía que Catrina lo pensaba, y que por eso se había agarrado a él. Me parecía completamente fuera de serie. Pero… ¿yo qué iba a hacer? No tenía tanto carácter como Catrina, no era tan guapa como ella, ella tenía menos vergüenza que yo y seguramente por esas razones ella se quedaba con todos los chicos habidos y por haber, claro, si a ella le interesaba…


1 comentario:

Anónimo dijo...

OOOOOOOOOOOOOH! Dios que bonitoL. jiji:$ me encanta cmo es Dani pero que quede concatrina..... argg! Bueno una cosita carmen es que hay unas cosas que no pude leer por el cosito delas flores que pregunta si te gusta el blog y el afiliame.... bueno nada un besito y sigue que quiero saber mas---(:

laaaaaaaaura(: