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sábado, 25 de diciembre de 2010

Mi amigo invisible es...

Hola! Siento haberme restrasado tanto para publicar lo de el amigo invisible, bueno, mi amigo invisible es...
oOMarianaOo (Entre libélulas)
Bueno, la verdad, es que he visto varios blogs en los que había fotos o vídeos. Pero yo quería hacer otra cosa:

Querida Mariana:
Sólo te quería avisar de que si ayer vino un señor gordo vestido de rojo y te intentó meter en un saco, espero que no te preocuparas, es que te pedí a tí por navidad.
Un amigo es un tesoro, así que disfruta con él y no lo guardes en un cofre, ¡que ya se siente muy seguro a tu lado!
Bueno, en realidad no sé mucho de ti, así que he puesto algo que no puede ofender a nadie y que más o menos gusta.
La Navidad es una época de celebración, de solidaridad, de estar con tu familia, y espero que tu la tengas 100% completa!!!
Y como todavía quedan los reyes por venir, te deseo que todos los regalos que pidas te los traigan (sin exceso).
 Con todo mi cariño, te mando la receta de la Navidad: juntemos varias medidas de ilusión, una pizca de amistad y un gesto de ternura. Horneemos la mezcla con un ánimo paciente. Envolvámosla con risas, luces y canciones. Y finalmente, ofrezcámosla con el corazón. ¡¡FELIZ NAVIDAD!!
 Que en estas fiestas, la magia sea tu mejor traje, tu sonrisa el mejor regalo, tus ojos el mejor destino, y tu felicidad mi mejor deseo FELIZ NAVIDAD.
Tal vez el mejor adorno de navidad es una gran sonrisa.
 Si no sabes qué regalar a tus seres más queridos en Navidad, regáleles tu amor.
Te quería mandar algo súper especial para esta Navidad, pero tuve un problema... ¿Cómo envuelves un abrazo y un besote? ¡FELIZ NAVIDAD!
Que estas Fiestas de Navidad estén envueltas en papel de felicidad y atadas con cinta de amor para que perduren todo el Año Nuevo
Deja que la Navidad entre en tu corazón y dure todo el año
Mejor que todos los regalos debajo del árbol de navidad es la presencia de una familia feliz.
Bueno, ya está todo lo que te quería dcir.
Ah, y una cosa más: Guapa, hermosa, a tí no, ¡a la baldosa!
Carmen.

¡¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS MIS SEGUIDORES, Y  LOS QUE NO LO SON!!!
Feliz Navidad a todos, a personas queridas y a personas odiadas, porque, en realidad, estamos todos unidos para formar un mundo.
Muchísimos besos y que vuestros deseos y propósitos se hgan realidad.
Os quiero!!!!

viernes, 17 de diciembre de 2010

Capítulo 7: Sin rastro.

        Capítulo 7: Sin rastro.

-¿Cómo? ¿Qué ha desaparecido?
-Esta tarde fui a su casa, me abrió su hermano, pregunté por ella y me dijo que no estaba, que no la había visto desde hacía rato, y hace un cuarto de hora llamé a su teléfono, lo cogió su padre y me dijo que Andrea no había vuelto, y que era muy raro en ella ya que siempre llegaba entre las nueve-nueve y media.
-¿Y no le habéis dicho nada a la policía?
-Sí, pero  no se puede denunciar la desaparición hasta que no pase un día desde que no la volvieron a ver.
-P-pero, ¡tengo que ir  buscarla!
-Eso ha dicho también lo ha dicho su padre, pero la policía ha respondido que podía ser muy peligroso, ya que la mayor parte de las posibilidades son que la hayan secuestrado, ya que una chica de trece años sabe el camino de vuelta  a casa, y pueden hacerle daño. También han mencionado que si no aparece mañana por la mañana como es una menor que vayamos a decírselo que saldrán inmediatamente, mientras nosotros pondremos carteles por toda la ciudad.
-No podré pegar ojo sabiendo que puede estar en peligro.
-Cálmate,  tenemos que esperar, si la encontramos nosotros los resultados podrían ser peores.
- Está bien, hasta mañana.
-Adiós- no cené nada, no tenía hambre, pensaba en lo que le podía estar pasando Andrea, ¿y si no la vuelvo a ver? Se lo conté a mi padre y a mi hermana a la hora de la cena, y ellos me dijeron lo mismo que Malena, intentando consolarme, pero sabiendo lo que pasaba nada podía consolarme. Me fui a la cama lo antes que pude, ya que no le quería transmitir la tristeza que padecía a nadie, por eso era  mejor estar solo.
Llevaba razón, no podía dormir, miles de pensamientos rondaban en mi cabeza sin descansar. Y sólo dormí un rato, y ese rato no fue muy bueno, tuve una pesadilla, pasaba un mes y Andrea no aparecía, y entonces me llamaban y me decían que habían encontrado su cadáver.
Me desperté, miré el reloj, era las seis menos cuarto de la mañana, aprovechando que era temprano, bajé al jardín a echar unas canastas, a ver si me despejaba un poco la cabeza, pero no pude ser, no encesté ni una sola vez, y seguía pensando en lo mismo que pensaba desde las nueve de la noche: Andrea no está, ha desaparecido.
Me di cuenta de que mi hermana estaba al lado de la puerta que llevaba al jardín, me dijo que era la hora de desayunar, y estaba igual que anche, desayuné muy poco, no tenía hambre. Fui al instituto en mi bici, lo primero que hice fue buscar a Malena, que sería una de las mejores informadas sobre este tema.
-Hola, ¿se sabe algo?
-No apareció ni anoche ni esta mañana, estamos todos muy preocupados.
-¿Y los carteles?
-Ahora lo va decir la profesora, y va a repartir las fotos, para que las peguemos por el barrio toda la clase. La policía ya está buscando por todo el pueblo
-Bueno, vamos a clase- entramos, ya estaba todo el mundo sentado, y la profesora llegó unos minutos después de que entráramos Malena y yo.
-Buenos días chicos.
- Buenos días señorita Ramírez- dijimos al unísono.
-Bien, quiero anunciar la desaparición de una alumna, Andrea López, y bueno, os voy a repartir unos folletos para que los pongáis por el barrio, espero que sirvan de algo para encontrarla, de todas formas, desde esta mañana temprano, la policía está buscando, espero que la encuentren.
Estuvimos, después de eso, con lo de siempre, las clases, y yo no podía concentrarme en las clases, cuando estuvimos en la media hora libre, me sonó el móvil, en el identificador de llamadas ponía que era Andrea.
-¡Es Andrea!- le dije sorprendido a Malena.
-Cógelo, venga.
-¿Andrea? ¿Eres tú?
- Sí, no hables muy alto- me susurró.
- ¿Estás bien?
- Sí, si yo estoy bien- hablaba muy bajito- no han encontrado mi móvil.
-¿Dónde estás?
-Estoy en…- de repente de oí unos gritos, eran dos personas, y una de ellas era Andrea.
-¡Andrea!  ¡Andrea! ¿Estás bien?- me había quedado sin nada, estaba tan cerca de averiguar dónde estaba y saber quién había sido el monstruo que la había secuestrado, me quedé paralizado durante unos segundos, estaba pensando, pero Malena me interrumpió.
-¿Era Andrea? ¿Has averiguado algo?
-Sí era ella, pero no he podido averiguar nada. Me iba a decir dónde estaba, pero vino el que la tiene secuestrada.
-¿Y ahora qué vamos a hacer?
-No lo sé, no sabemos dónde está, no sabemos nada, y alguien la está maltratando en cualquier otra parte, lo que sé es que si no hacemos algo pronto, lo va a pasar muy mal.
- ¡Oye!- exclamó Malena- mi tío tiene un amigo que registra las llamadas y encuentra desde donde se hacen las llamadas.
-¡Pues vamos!- corrimos, al casa de ese amigo de su tío estaba a dos manzanas, y corrimos lo más rápido posible. Llegamos y preguntamos por lo de las llamadas, y no dijo que tardaría bastante tiempo pero que lo tendría para mañana, el día pasó muy largo y, mi hermana estaba rara, me apoyaba con lo de Andrea y todo, por la noche, igual que la anterior casi no pegué ojo, pero cuando pude dormir una escasez de tiempo, ya porque mi cuerpo lo exigía, me gritaron a las seis de la mañana, ya que casualmente a mi hermana le había dado por madrugar.
-¡David, Malena al teléfono!- voy corriendo, seguramente tenía información sobre lo de Andrea.
-¿Malena? ¿Te han dicho algo?
-Sí- dijo con una voz muy preocupada- ya sabemos dónde está aproximadamente Andrea.
-¿Cómo? ¿Qué pasa? ¿Es que no sabes exactamente dónde está?
-Sí, en realidad sí que sabemos dónde está, pero no te va a gustar.
- ¿Por qué? ¡Dímelo ya!
-Está en el barrio de la Natividad.
-¿Qué? ¿En el barrio de la Natividad?- era un lugar de mafiosos y traficantes, el peor barrio del pueblo, eso quería decir que Andrea estaba en un peligro enorme, incluso mortal- tengo que ir.
-No puedes, la policía…
-¡Me da igual la policía! ¡Yo pienso ir porque si le pasa algo no sé lo que voy a hacer! Es que, yo siento a veces que la conozco desde siempre, no sé por qué. Es más, voy a salir ahora mismo. Adiós- colgué y salí corriendo cogí las llaves, el móvil para llamar si era necesario y las llaves de casa.
-Papá, me voy a dar una vuelta mi hermana bajaba por las escaleras, seguramente se había enterado de lo que había pasado.
-Yo voy contigo- Celia salió corriendo detrás de mí.

jueves, 16 de diciembre de 2010

sábado, 11 de diciembre de 2010

Capítulo 7: Sustos y reuestas.

Me levanté, y de repente, me acordé de que había quedado en la playa con Marc y algunos amigos más, me visto rápidamente y bajo corriendo por las escaleras, esperando que papá no hubiera hecho tortitas, porque tardo un montón comiendo, quiero tomarme mis cereales de siempre, tardo poco y salgo pitando. Porras, mi hermana se ha levantado antes que yo y será ella la que me grite que llegamos tarde, y a mí me hubiera gustado haber sido yo el que le gritaba.
-Buenos días- dije al llegar a la cocina, lo bueno era que  hacía poco que Celia había llegado hace poco, así que si me daba prisa estaría listo a la vez que ella, estaba pensando en Andrea, llevaba desde el otro día pensando en ella, y sigo sin saber por qué me gusta y no paro de pensar en ella, fue mirarla…, solo una mirada me ha hecho pensar en ella…, no sé por qué.
Bueno, eso daba igual, a menos en ese momento… desayuné, cogí al tabla, la metí en su funda, me la puse en el hombro, llamé a Celia para irnos y nos montamos en la bici, pasé por delante de su casa, la vi, llevaba un bañador azul marino y un pareo de flores, me pareció que había dado la vuelta cuando ha visto que miraba. No sé por qué, pero si me enterara de que yo le gusto a ella, me sentiría en el cielo. Sería un recuerdo de algo, a lo mejor es que me metí dentro de ella cuando me dedicó esa preciosa sonrisa, que no podía olvidar, la verdad es que no sé, pero no me la puedo quitar de la cabeza, intenté ir a lo que tenía que ir, porque pensaba que me iba a chocar con el poste más cercano, y no quería que le volvieran a poner una escayola a Celia, aunque a mí tampoco me apasionan las caídas y todo eso.
Se me hizo un viaje largo para ser dos manzanas, pensando en mis cosas, pero por fin llegamos, playa dulce playa, no venía desde el fin de semana pasado, mi hermana se fue con sus amigos y yo con los míos, los saludé y nos metimos al agua. Yo llevaba haciendo surf desde que tengo siete años, mi padre me enseñó, pero entonces mi madre y él se divorciaron y seguí yo practicando por mi cuenta, gracias a eso y a la escuela conocía a mis colegas, le debo mucho al surf. A demás, el verano era la mejor época para practicarlo, se levantan las olas y se hacen las mejores acrobacias. Pensar en lo de la playa me hizo despejar un poco del tema de Andrea, pero, entonces, la vi sentarse en una tumbona, y eso me hizo pensar que pasaría si le pedía salir. Iba con un chico, un poquito mayor que ella unos cuatro años, rubio, con los ojos azules, cuando entró en el agua Andrea se tapó los ojos con las manos, abrió un poco uno de los huecos para ver lo que pasaba, aunque no parecía que tuviera ganas de verlo, y llevaba razones para hacerlo, el tipo ese no tenía ni idea no aguantó ni dos segundos, pero la pinta de la caída no era muy  buena, me tiré al agua y fui nadando hacia él me desaté del tobillo la cuerda de la tabla y me la agarró Marc, que estaba atento de todo lo que pasaba, bueno, él y toda la playa. Lo cogí y lo saqué como pude, cuatro años más suponía unos cuantos kilitos más que lo míos.
Salí del agua, Andrea había ido corriendo hacia la orilla, estaba temblando, parecía que se iba a desmayar.
-¡Madre mía! ¿Está bien?
-Bueno, lo único que sé es que está inconsciente, porque todavía respira- puse las manos encima de sus costillas, hice fuerza y empujé.
“Por dios, que no le tenga que hacer el boca a boca”, pensé mientras hacía esa maniobra, pero, gracias a Dios, escupió el agua que tenía dentro de los pulmones.
-¡Javier!-la amiga de Andrea, Malena, estaba a su lado, con la boca abierta, Andrea se tiró hacia él y le dio un abrazo- ¿Estás bien?
-Sí, pero ya sé lo que siente un huevo pasado por agua.
-Mira que eres, vaya por Dios, toma, la toalla- se acercó hacia mí-. Oye, gracias por haberlo salvado.
- Bueno, para eso están…, digo, te debía una. No sabía mucho surf tu …  
-Hermano. Desgraciadamente mi hermano.
-Sí, yo sé lo que se siente- estuvimos hablando un rato, de un tema llegamos a otro…, teníamos muchas cosas en común, y en ese momento no era tan vergonzosa como antes, a demás, me he enterado de que es su hermano, bueno, hemos dado un paso más para delante, íbamos juntos a nuestras casas. Aprovechando que vivíamos cerca, sentía algo por Andrea que nunca había sentido por nadie, algo profundo, algo que no se podía explicar, éramos muy amigos, pero yo a ella la quería. Parecerá una cursilería, pero es verdad. Una tarde quedamos para dar una vuelta por el barrio. Nos lo pasamos muy bien, hasta que dijo un comentario que hizo que me decidiera para decir lo que sentía.
-Oye, no creo que nadie hubiera sido amigo mío en todo el tiempo que llevo a ti. A demás, gracias a tu compañía me olvido durante un rato de algunas cosas…
-Yo también tengo que decirte una cosa. Mira, pues, desde que somos amigos- no iba a decir “Desde que me sonreíste”, pues porque no- me he dado cuenta de que tenemos muchas cosas en común, y que nos llevamos muy bien, y bueno, es que no sé cómo decirlo, pero, haber, te, lo siento, es que, nunca me he declarado.
-¿Qué, estás diciendo que m-me q-quieres?- se quedó pasmada.
-Bueno, sí, lo siento si te he hecho incomodar, porque nunca había hecho esto.
-¿No, y Ángela?
-Bueno, eso, en realidad, lo decidió ella. Bueno, ¿cuál es tu respuesta? No necesitas decirlo ahora, no quiero presionarte.
-No me estás presionando, mi respuesta es sí.
-¿En serio?
-¿No te lo crees?- me dio un beso en la mejilla y se fue, dijo que tenía que hacer la cena. Yo también me fui a mi casa, cuando estaba en mi cuarto me acordé de que tenía un trabajo de sociales y  me puse a hacerlo mientras que mi padre preparaba la cena, y estuve hasta las doce de la noche haciendo el maldito trabajo.
Siempre íbamos junto a clase, en esos momentos me preguntaba si todo lo que pasó desde que ella llegó fue casualidad o el destino o algo parecido.
No todos los días parecía muy contenta, pero siempre que podía me dedicaba una sonrisa, y yo se lo devolvía.
Puede que algunas de las cosas que diga parezcan muy cursis, pero es la verdad, sus ojos verdes destacaban entre las demás personas (muchas veces eran chicos los que la veían destacar, y eso me  hacía ponerme un poco celoso).
Pasó un poco el tiempo, y ya llevábamos una semana saliendo, el día que cumplimos la semana, dimos un paseo por la playa en la mañana temprano, por la tarde estaba yo con el ordenador, conectado al msn y todo eso, cuando me sonó el móvil.
-¿Diga?
-¿David? Soy Malena- era la mejor amiga de Andrea, me dijo que eran como hermanas. Le temblaba la voz, y parecía sollozar.
-Ah. Hola, Malena, ¿qué pasa?
-Andrea ha desaparecido.